jueves, 16 de enero de 2014

Museo Picasso, 50 años en Barcelona, Sebastiao Salgado

Museo Picasso, 50 años en Barcelona: las exposiciones. Barcelona. Hasta el 9 de marzo.
El Museo Picasso de Barcelona nos presenta lo que puede ser en vez de una exposición, una meta-exposición. Se trata de una muestra que está 'más allá' de los discursos expositivos tradicionales, al erigirse como autoreferencia de la propia historia de la institución. La excusa para llevar a cabo esta iniciativa es la celebración de los 50 años de andadura de la sede catalana. 50 años en los que se han mostrado un total de 79 exposiciones temporales unidas a los fondos de la colección permanente del museo.

Las propuestas que han pasado por aquí a lo largo de todo este tiempo no se han centrado tan solo en la figura del malagueño, sino que han tratado de ir más allá al exponer en torno a Picasso, a artistas que fueron determinantes para su trayectoria. Eso ha ayudado sin duda a combatir las propuestas dominantes de las grandes instituciones, en las que la firma o el nombre de un considerado 'maestro' del arte, muchas veces está por encima de la calidad de los argumentos expositivos que se presentan. Y es que los grandes genios atraen, y sobre todo hacen taquilla, algo que en los tiempos que corren parece haberse convertido en el fin único de museos y centros artísticos.

Las exposiciones temporales de instituciones como el Museo Picasso de Barcelona antes no eran lo más destacable de su oferta expositiva. La primera exposición temporal que se celebró en esta sede fue en 1971, seis años después de que el museo abriera sus puertas. Estas muestras duraban todo un año, y las de la primera época no contaban si quiera con carteles que la publicitasen. Ahora la tendencia es a la inversa. Las exposiciones temporales marcan lo más importante de la agenda de las grandes instituciones, y el museo Picasso, acorde con los tiempos, se ha ido adaptando a esa deriva generalizada.

En 1988 se produjo una muestra de excepción en este museo, en la que se contó con 'Las señoritas d`Avigon' perteneciente al MOMA de Nueva York. Una pieza fundamental para la historia del arte del siglo XX que se pudo contemplar junto a la de otros creadores fundamentales como El Greco, Cézanne o Matisse en Barcelona. Al parecer fue la última vez que este gran lienzo de 243,9 x 233,7 cm abandonó la institución americana. Esta tendencia, la de hacer préstamos temporales de importantes piezas, ha pasado a la historia, pues ya los grandes museos ni se pasan por la cabeza prestar sus 'joyas de la corona', sus piezas vertebrales para el mantenimiento de la institución.

Como vemos algunas cosas han cambiado, sin embargo la 'salud' del Museo Picasso se mantiene en perfecto estado, esperemos que por muchos años más.

Sebastião Salgado. Génesis. CaixaForum Madrid. Hasta el 4 de mayo.
La fotografía del brasileño Sebastião Salgado es como una especie de ventana abierta al mundo, dispuesta justo delante de nosotros, para revelarnos los secretos mejor guardados de los lugares más recónditos del planeta. Cuando este fotógrafo trabaja, deja al mundo que hable en su entorno natural. Sólo a veces le interrumpe para pedirle que pose para él. Es en esos momentos cuando el oficio de fotógrafo cobra su verdadero sentido, tal y como Henri Cartier-Bresson hacía con sus imágenes de ciudad, de las que captaba su verdadera esencia a través de momentos irrepetibles.

En la nueva exposición de Salgado titulada 'Génesis', éste nos presenta impresionantes paisajes de entornos naturales aún vírgenes. Localizaciones que no han resultado dañadas por la acción del hombre, y que como el propio oficio de fotógrafo en la actualidad, se encuentran en peligro de desaparecer. Lugares poco explorados hasta los que este artista se ha trasladado con el fin de compartir la belleza de la tierra salvaje con el resto de la humanidad.

Este afán evoca a otros creadores que en el siglo XIX pusieron rumbo a lugares entonces considerados exóticos como Gaughin cuando viajó a Tahití en busca de su tierra prometida, de su tierra virgen. Ese mito del buen salvaje del que hablamos parece caracterizarse en esta exposición por medio de 245 fotografías realizadas en blanco y negro. Imágenes de gran formato en consonancia con un arte fundamentalmente para el deleite, un tipo de creación con un fin estético, que guarda como reflexión de fondo el cuidado por parte de todos del planeta. Las imágenes que podemos ver fueron tomadas desde 2004 y, entre otros, comprenden lugares como África, Antártida, Ártico, Amazonas e islas como Madagascar.


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