jueves, 1 de agosto de 2013

Una ‘visita’ a Luis Buñuel en el Reina Sofía de Madrid

Acaban de cumplirse 30 años de la muerte de Luis Buñuel. Sin embargo, existe un lugar en el que la figura del director de cine aragonés está muy presente y relacionado con muchas otras piezas y artistas de vanguardia. En el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid pueden verse varias de sus películas en conexión con el arte moderno. Aprovechemos el treinta aniversario de su muerte para revisitar o conocer por primera vez algunos aspectos de la vida de nuestro cineasta más importante, como sus vínculos con el surrealismo, su etapa en Francia y su trabajo en México. Todo podremos hallarlo en las salas del museo.

El 29 de julio de 1983 falleció el celebérrimo director de cine en México, país en el que vivió desde finales de los años 40. Atrás dejó Buñuel un gran número de películas, todas ellas conectadas con la cultura visual y el arte de la vanguardia. En la exposición de Salvador Dalí que el Museo Reina Sofía inauguró en abril de este año, pueden verse dos filmes fundamentales en su trayectoria: 'Un perro andaluz' (1929) y 'La edad de oro' (1930). Ambas cintas suponen la incursión del aragonés en el surrealismo, movimiento al que llegó Buñuel en compañía de Salvador Dalí. 


La primera de estas películas, 'Un perro andaluz', que se exhibe en la tercera planta del museo, fue escrita en colaboración con el artista catalán, en Figueres. El film es producto del entendimiento entre ambos, una unión que tuvo sus orígenes en la Residencia de Estudiantes de Madrid, en la que también se alojaba Federico García Lorca. El guión de la película estaba condicionado por el concepto de 'lo putrefacto', que al parecer Dalí ya había utilizado antes de trasladarse a Madrid, según se desprende de su diario de adolescencia.


El cine y lo abyecto

'Lo putrefacto' simbolizaba para Dalí lo arcaico e inactual y se conectaba con la burguesía, así como con lo racional. A modo de visión profética de lo que sería el surrealismo de los años 30, Dalí, en 1927, representó en una pintura las imágenes que luego formarían el imaginario de Luis Buñuel. 'La miel es más dulce que la sangre', que puede verse en el Museo Reina Sofía, presentaba lo que luego Buñuel explotaría en el cine. Las hormigas, los asnos podridos (imagen que tanto Lorca, como Dalí, como Buñuel habían visto tirados en los caminos de los pueblos de provincias), así como esas imágenes conectadas con el sueño, el sexo y el erotismo, estan presentes en 'Un perro andaluz'. El título de la película hacía referencia a Lorca, aunque Buñuel siempre lo negó. El ‘perro’ era el escritor, al que Dalí a instancias de Buñuel, catalogó de animal putrefacto.



Un año después, esta vez gracias a un presupuesto más importante producto del éxito que había tenido en Francia 'Un perro andaluz', Buñuel (esta vez en solitario, aunque con algunas aportaciones de Dalí) realizó 'La edad de oro'. Fue esta película la que hizo que Buñuel se asentara en el mundo del cine francés y fuera aceptado como miembro en los círculos surrealistas. Financiada por los vizcondes de Noailles contó con la colaboración del pintor Max Ernst, que aparecía como figurante en la película. Fue éste el que en 1938, cuando Buñuel trabajaba como director de la sección del Departamento de Cine del MOMA de Nueva York, presenció una pelea entre Dalí y el director aragonés. Al parecer Buñuel se había visto obligado a dimitir de su puesto en el museo americano, como consecuencia de unas declaraciones del pintor catalán en sus memorias –'La vida secreta de Salvador Dalí'– en las que tildaba a Buñuel de izquierdista y ateo. Según Ernst, Buñuel se encontró con el pintor en la Quinta Avenida de Nueva York y le propinó un puñetazo en la cara.


Buñuel, el izquierdista

Fuera o no esta anécdota tal cual como la cuenta Max Ernst, lo cierto es que Buñuel siempre se mostró partidario de la izquierda, catalogándose así mismo como comunista. Durante la Guerra Civil española, Buñuel trabajó desde Francia al servicio de la República. Fue él, el responsable de programar la sección de cine del Pabellón español de la Segunda República, en la Exposición Universal de París de 1937. También elaboró el guión de una película titulada ‘España 1936’, que se proyectó en el pabellón y que consistía en una defensa propagandística de la causa republicana. El director pudo ver en aquella exposición el ‘Guernica’ de Picasso, ubicado hoy en el Reina Sofía. La obra, que refleja el dolor por los bombardeos dela aviación alemana sobre la población vasca, no le agradó al aragonés, quien afirmó que a él, “lo que le hubiera gustado, habría sido bombardear el propio ‘Guernica’". 

Con esta frase, el director arremetía contra el lenguaje críptico que había utilizado Picasso. La obra no era ‘inteligible por el conjunto de la población’, quedando su poder como arma propagandística en entredicho. Este debate acerca de si la creación debía estar al servicio de la transformación de la sociedad o por el contrario debía ser algo puro, ajeno al contexto social, acompañó a Buñuel en su etapa mexicana.


Etapa mexicana

En México, Buñuel realizó gran cantidad de películas empezando en el año 1946 con 'Gran Casino', un profundo fracaso en su carrera. Sin embargo, en 1950, realizó un filme que hoy podemos ver en la segunda planta del museo de arte contemporáneo español, 'Los olvidados'. Una película que se aleja del mundo del subconsciente y de los sueños de su primera etapa, y nos adentra en el campo de la crítica social. 'Los olvidados' narra las miserias de unos jóvenes que se enfrentan a la delincuencia, la pobreza o la soledad de un sistema político represor. Relacionada a veces con el neorrealismo italiano, el filme guarda muchas reminiscencias de su película documental 'Las Hurdes: tierra sin pan' de 1932.

En México Buñuel realizó un total de 21 películas, entre las que se encuentran 'Viridiana' de 1961, rodada en España y ganadora de la Palma de Oro en el festival de Cannes de ese año. Ahora, como reconocimiento de su trayectoria en el país de Centroamérica, se acaba de inaugurar un centro de estudios y residencia de artistas en la que fue su casa de la Colonia del Valle, al sur de México DF. El legado del realizador queda así oficialmente custodiado en todos los lugares donde vivió, se formó y trabajó, primero España, luego Francia y Estados Unidos, y finalmente México.

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